Parece que el caso del patrocinio para la camiseta del Junior coge el rumbo que se esperaba.
La harinera del interior a la que le dieron el contrato sin razón, ya que siempre el equipo de la ciudad ha sido patrocinado por la industria nuestra, le ha pasado la cuenta de cobro a los que consideraron que por el simple hecho de ser quienes son pueden avasallar sin castigo a todo un pueblo.
Obvio que el caso tiene nombre propio, y es el de la persona que por segunda vez "mete las patas" y hace quedar mal al grupo.
La primera fué cuando no le dió el aval para que siguiera en el equipo Giovanny Hernandez dizque por costos, a lo cual el "dueño del balón"le salió el quite y contrató al jugador.
Ahora, Arturo Char se enfrascó en una pelea con Harinera del Valle a la que le quiso quitar el contrato de patrocinio.
El equipo duró varios encuentros sin patrocinador en su camiseta, a lo cual los interioranos respondieron con el cobro de los dineros que se pactan si se quiere anular cualquier contrato.
Lo que se esperaba sucedió y alguien de más arriba de seguro le tocaría el hombro al presidente del club, y le diría que "dejara la pendejada"que iba a salir mal librado.
La muñeca del patrocinador volvió a figurar y ahora en todas las propagandas, las frases cáusticas de los " çachacos", nos vuelven a dar el latigazo visual al que nos tienen acostumbrados.
Buena lección de PRUDENCIA y de SOBERBIA la que ha recibido el presidente de un club deportivo, al que siempre hemos considerado como un juguete familiar y que no recibe todo el apoyo que quiere una afición que por tradición y necesidad gira a su alrededdor.
Sólo quedaba lo que se está presentando y es que en los negocios de los dueños del club, no se venda ninguno de los productos del patrocinador.
Curioso cierto?
Esperemos ver en que queda el asusnto y cual será el desenlace, pero por lo pronto ojalá el presidente, y de una vez por todas, aprenda a mantener la "boca cerrada"para evitar tantas "reversas".