Vamos a cumplir ya el año de estar con esta incertidumbre.
Desde que comenzaron a darnos aviso que en Europa había un virus que salido de una ciudad china, estaba contagiando a la gente, ha pasado un año.
Recuerdo que por esa época estábamos en carnavales, razón por la cual la noticia pasó un poco desapercibida. Recuerdo que la llamaban Covid-19 y todos creímos que era un virus como los anteriores que duraban poco tiempo.
Pero no ha sido así y un año después, seguimos sin saber a ciencia cierta cómo lo vamos a eliminar.
Ya se tiene una vacuna, investigada por varios laboratorios. Pero todos sabemos que la eficacia de las vacunas que se tienen en la actualidad, fueron probadas durante varios años, hasta lograr su aprobación completa.
Esta, se ha hecho en menos de 11 meses, lo que pone un poco en tela de juicio la eficacia que pueda tener contra el enemigo común que tiene (quién lo creyera), arrodillado al mundo.
Pero toca usarla, ya que es la única esperanza que por lo pronto tenemos de estar a salvo del virus. Ya en muchos países se está vacunando, pero en el nuestro todavía estamos en el proceso de saber con certeza, cuando llegará.
Hay que tener fe en la bondad de la vacuna que nos vamos a aplicar y de lo que si podemos estar seguros es de la permanencia del virus que con el tiempo será un compañero más del mundo, del cual debemos estar vacunados cada cierto tiempo, para estar alejados de él.
Mientras tanto, ha seguir con los cuidados que nos recomiendan y tener fe que saldremos adelante.
