La larga espera llena de ilusiones a las que estamos acostumbrados de toda la vida, llegó a su fin.
Al final del partido anterior, renació la consabida ilusión y todos los colombianos, hacíamos cuentas, sumabamos y restábamos y cómo consecuencia de todas estas operaciones ya estábamos con un pié en Suráfrica 2010.
Pero no contábamos con la total inoperancia de nuestro cuerpo directivo que es a la larga el casi que total responsable de la mayoría de los resultados deportivos.
Lara no hizo caso a los clamores de todo el país, en cuánto a la probable alineación que debía salir cómo inicialista.
Salió a jugar como siempre con temores y casi que a defenderse.
Defender qué?
Todavía no teníamos la clasificación asegurada y por lo tanto debíamos salir a "matar"a una selección uruguaya, que a todas luces no es ni la sombra de la gloriosa celeste de otras épocas.
Desde comienzos de partido se vió que era "ganable".
Pero no, los cambios nunca vinieron y las consecuencias no se hicieron esperar.
Al inicio del segundo tiempo, todavía teníamos opción de ganar, pero tampoco los cambios vinieron.
Al final la pérdida de la ilusión y el regreso a la "cruda realidad".
Tenemos el puesto que merecemos.
Cómo es posible que al final del partido y viendo los otros resultados sigamos teniendo esperanza?
Olvidemos el episodio y trabajemos para el mundial del 2014 en Brasil.
Este, ya se perdió en la distancia.
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