En el viaje a Miami de esta semana, pudimos experimentar, la sensación de temor que nuevamente viven los americanos a raiz del terrorista que se les camufló en un avión y casi causa una tragedia.
Comienzan de nuevo a implementar controles para tratar de evitar lo inevitable, ya que cada que se lo propongan, los terroristas pueden burlar los controles ya que es casi imposible controlar a toda la humanidad.
La nueva es que una hora antes de llegar cualquier avión a un aeropuerto norteamericano, los pasajeros no se pueden mover de sus asientos hasta después que el avión haya aterrizado y se encuentre en plataforma.
Que tal?
Causa extrañeza escuchar al piloto dar la orden a sus pasajeros que a partier de un momento determinado no se pueden mover de sus asientos por orden del Tío Sam.
Esperemos que las medidas den resultado, pero de todos modos el mundo se da cuenta de la intranquilidad con que viven los gringos desde aquél trágico 911.
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