A pesar de los inconvenientes encontrados por el nuevo gobierno para encaminar al país según los derroteros que plantearon en campaña, y sorteándo el caos que ha ocasionado el invierno que nos azota, se nota el cambio y se vislumbran buenos tiempos para los colombianos.
El ministro del interior acaba de anunciar que de inmediato se le meterá mano al IMPEC , entidad que maneja las cárceles de Colombia y que se ha convertido en una cueva de corrupción y en fortín de cuánto grupo al marge de la ley existe.
Los delincuentes hacen lo que quieren al interior de los establecimientos carcelarios y se planean los delitos desde allí, teniendo la coartada ganada de antemano.
Ojalá que esta labor sea acompañada por los éxitos y sirva para dar un poco más de seguridad a una nación de por sí ya aquejada de muchas desgracias, naturales y de las otras.
Esperemos.
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