FINAL

Parece que anoche, terminó el sueño de ir al mundial de fútbol de Suráfrica.

En un partido extraño en una ciudad de Venezuela, se cayó ante este país que siempre se atraviesa en nuestro camino.

Durantes los días previos todos hacíamos cuenta con estos tres puntos que nos acercarían un poco más a la meta.

Alentados por los periodistas de siempre, caímos en la trampa de considerar este partido como de mero trámite y que sólo era ir y "ganar de camiseta"como se dice.

Al principio del encuentro todos los periodista radiales alababan el planteamiento del técnico Lara y era considerado como innovador.

Con el correr de los minutos fuímos experimentando la desazón en que se cae desde hace años cuando juega nuestra selección.

Pasó el primer tiempo y ya el árbitro era parte de la responsabilidad por no ir ganando.

Siempre pasa esto.

Los cambios según los periodistas, fueron acertadísimos y nos preparábamos todos para el gol que nos daría los puntos que habíamos ido a buscar.

Pero llegó la debacle.

Un gol que de seguro nadie esperaba, nos hizo aterrizar a nuestra realidad y "desinfló"de una, nuestras esperanzas.

Ya casi apagabamos los televisores, pero antes de esto y al ir a hundir el botón del control

se recibió otro gol que ahora sí nos llevó bajo las cobijas.

Pero ya es otro día y los primeros comentarios son que el árbitro metió mano al resultado y que de todos modos perdimos.

Esto ya lo sabemos pero , los árbitros juegan??.

Debemos ser superiores a todo lo que trate de sacarnos de una etapa deportiva y depender de nosotros mismos.

Siempre habrá intereses superiores a nosotros en los países de la parte baja del cono Sur, que manipulan y siempre han manipulado las confrontaciones futbolísticas.

Cerremos la página y esperemos el Mundial del 2014.

Pero volvemos a caer en las cuentas periodísticas;

Debemos ganar los tres partidos que quedan de local.

Ganar uno de los 3 de visitantes que son Argentina, Brasil y Paraguay.

Cual queremos ganar de visitante?

Escojamos uno y ya estamos en el Mundial.

Que tal?