Normalmente, después de la euforia de un triunfo deportivo, los equipos de cualquier deporte tienen que recomponer su andar de acuerdo a lo que se ha visto en toda la temporada.
No ha pasado la alegría de la ciudad de San Francisco por la obtención del título de beibol, cuando los directivos del equipo están haciendo los cambios para la temporada del año entrante.
Todavía debe estar secándose la champaña en honor de nuestro crédito Rentería que fué el artífice de la victoria final, y ya ha sido dado de baja para la próxima contienda.
En realidad, vista la cruda verdad de los números, todo hacía preveer que no estaría más en el roster.
Pero se abrigaba la esperanza de que al ser quién los llevó al título después de tantos años, se le conservara así fuera como "amuleto"por una temporada más.
Esta es la realidad y contra ella nada se puede hacer.
Seguramente algún equipo de media tabla le pfrecerá un contrato corto y sujeto alo que produzca ya que la edad y las lesiones son sus factor en contra.
De pronto, hasta toma la decesión del retiro, pensando con razón que lo ha logrado casi todo.
Esperamos que por lo menos se quede una temporada más si considera que está en condiciones para tratar de poner alguna cifra que lo acerque un poco más al Hall de la Fama.
Lo único cierto es que como se dice: "Nadie le puede quitar lo Bailao."
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