Le tocó el turno a Sabas Prettel, funcionario que en la actualidad se desempeña como embajador en Italia.
Tenía una denuncia por haber participado en las componendas que supuestamente propiciaron la reelección del presidente Uribe, y en una primera instancia había declarado y salido nuevamente para su puesto en el exterior.
Pero ya Uribe no está y todos los que intervinieron en sus asusnto y sus amigos políticos, están ahora en el ojo del huracán y temerosos de las represalias.
Ayer, la Procuradoría sancionó a Sabas con la destitución del puesto y la inhabilidad para ejercer cargos públicos durante doce años.
Imaginamos la cara del embajador al tener que renunciar y perder la "chanfaina", pero es parte del juego de la política que hoy te da y mañana te quita.
A eso están expuestos .
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