JUNIOR

Contrario a lo pensado por todos, el técnico Umaña fue ratificado para el año entrante.
Cuando se tiene el poder es normal que tomemos las decisiones que queremos, sin tener en cuenta el clamor de los vecinos.
En este caso se ha brincado sobre las informaciones ciertas de falta de manejo de grupo que debe ser la base para el éxito de cualquier equipo de trabajo.
Como seres humanos, sabemos calibrar nuestro entorno y cuando encontramos debilidades en nuestros superiores, sabemos sacar partido de ellas.
En el caso que nos atañe, Umaña pareciera que no tiene el control total sobre los jugadores, lo que hace que desde el inicio se arranque mal y después no se logren los resultados esperados.
El tener rabietas ocasionales, no garantiza el cumplimiento por parte de los jugadores de las reglas establecidas.
Lo malo del asunto es que se pierde tiempo precioso en darnos cuenta que debíamos hacer un cambio.
Pero se anuncian como siempre nuevas contrataciones para lograr los títulos anhelados por la afición.
Viene la participación en Copa Libertadores y será la oportunidad de demostrar quién tenía la razón.
Ojalá estemos equivocados.
Por lo pronto los fantasmas regresan a su cueva.